Erase una vez una de tantas veces que por ser fuese en algun lugar inombrable una princesa que por fea de belleza distraida y de portante insoportable.
Vivia en un castillo de ladrillo y cemento frio y oscuro por dentro, decorado con todo lujo de detalles y con un monton de conchas de mar que algun dia mando a la esclava a robar.
Doce espejos tenia la princesa, uno para verse de cerca, otro de lado, otro de lejos y un monton para verse en varios planos...
Por más que se miraba, la princesa no encontraba su belleza, su nariz torcida, sus ojos tan juntos que parecian espachurrase, dos cejas que hacian una y un monton de pecas que desbariaban por la mejilla unas encima de otras.
Un dia paseando por el bosque un zorro se partio de risa,- Mira que eres fea princesa, no te comeria ni aunque tuviera hambre porque tan fea eres que creo que podrias indijestame....
La princesa se fue triste, sin saber que hacer para poder ser bella se sento en el lago a llorar y a llorar hasta que en el se reflejaron las estrellas, y una imagen que le dijo princesa, tu si eres bonita solo tienes que encontrar tu belleza busca en el baul de la casa del principe incorrecto, dos aldeas mas hacia el norte alli esta el libro de la belleza perdida.
Partio la pincesa cuando el sol todavia despuntaba por la loma de la montaña, le sonreian las arañas a su paso y se asustaban las culebras por tan horroroso rostro.
Las trompetas resonaban entre las paredes del castillo anuciaban a la princesa imperfecta cuya belleza estaba tan ausente que los que se fueron a buscarla volvieron exasustos.
Aparecio el principe montando en su corcel en medio de la estancia, saltaba de una a otra de las lamparas, y se rebozaba por entre las cortinas, mas que principe parecia un animal, ella que era una princesa fea pero fina se escandalizo del comportamiento del principe.
El principe incorrecto se jactaba del asombro de la princesa, hasta que esta le grito que se estuviera quieto.
Cuando le conto el motivo de su viaje el principe le dijo que cojiera su equipaje y que se fuese porque tal fealdad no se arreglaria con un solo conjuro.
La princesa enfadada ando hasta su alcoba abrio el arcon busco la pagina y recito el conjuro de la belleza olvidada.
De repente sus ojos se sepraron sus cejas compartidas fueron dos finisimas lineas sus pestañas crecieron sus pecas se borraron sus dientes se ordenaron y su pelo que era de un color indefinido se torno rojo como el hilo de la tejedora.
El principe asombrado busco un conjuro para su espiritu rebelde y alocado.
Pero no encontro ninguno, marcho la princesa bella, y el principe quedo prendado de su belleza....
Moraleja: Nadie es perfecto, pero puede intentar ser mejor, no hay conjuros que te hagan bella asi que aceptate como eres y cuando te quieras entonces se obrara el milagro.
Colorin colorado tenemos una princesa bella y un principe enamorado
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