miércoles, 27 de enero de 2010

la princesa dimunuta


Erase una vez, que por ser una no fueren dos.

Nacio una princesa menudita, tan pequeñita que la llamaron diminuta.

Diminuta, era muy pequeña tanto que no alcanzaba a la mesa y no podia comer con cuchara el herrero del reino le hizo los cubiertos aposta para ella, las tejedoras le hacian la ropa para ella, y, los arlequines la llevaban en volandas a ver los desfiles reales.

Princesita, no queria vivir toda la vida encerrada entre las cuatro paredes queria ver mundo, apesar de ser tan pequeña era una fuerte y luchadora.

Una noche, cuando ya habia cumplido la mayoria de edad preparo una bolsita con sus diminutas ropas, unas mantitas y dos trocitos de pan de la cocina.

Hacia frio pero echo a andar camino de los bosques oscuros, donde nisiquiera los caballeros se adentraban.

En el camino, se encontro, a una pequeña rana con los ojos saltones que apersar de ser pequeña, le superaba en altura, la rana la miro deseosa mientras extendia la lengua para comersela.

¿Y tu quien eres?-le dijo.

Yo soy Dimi la princesita diminuta- dijo la princesa a la vez que temblaba...

La rana la ispeciono y le dijo que en esos bosques no devia entrar, era peligroso se la comerian seguro.

Dimi no hizo caso y sigio andando, hasta los pinos, cuando se cerraban las ramas de los arboles, aparecio una culebra gigante, que la miro con ojos de gula.

Ella temblo de nuevo pero no vacilo siguio andando, una vez en el centro del bosque, se lleno todo el suelo de hojas de colores, y unos hombrecitos corrian por alrededor de ellas.

_Hola. somos los duendes de el bosque ¿quien eres tu?
Yo soy Dimi la princesa diminuta.

En aquel momento se dio cuenta que habian seres como ella, los duendes le enseñaron su aldea encima de los arboles y ella se quedo a vivir feliz junto a ellos.

Colorin colorado este cuento se a acabado.

Moraleja: Quizas tu sitio no este aqui pero si lo buscas lo encotraras, se diferente pero no tengas miedo por serlo

1 comentario:

  1. Qué gran verdad :) Está claro que todos tenemos nuestro sitio pero no todos conseguimos encontrarlo. Hay que ser valiente, tener carácter y ser siempre fiel a los principios que nos inculca la vida; por nada ni por nadie echarse atrás y así es como uno encuentra su sitio. Muy bueno el cuento, si señor!

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