Erase una vez, una de tantas veces que sin ser fuese y que por ser fue una historia nunca contada, una princesa amable que en un castillo vivia.
La princesa sonreia cada mañana cuando asomaba por la ventana, sonreia al sol, sonreia a la ventana, sonreia a su amor que en el rellano aguardaba.
Un dia la princesa amable, decidio marcharse al reino colindande para conocer al principe triste.
Cojio su caballo y prometio a su padre volver pronto, cargo entre su vestido un regalo que habia confeccionado con sus propias manos.
Aquel castillo era tan gris como el principe sin sonrisa, ella entro esplendorosa trotando encima de su caballo, le abrieron paso hasta las rosas y los hombres del reino se arrodillaron.
El principe esperaba a la princesa, en su castillo oscuro con la idea de no sucumbir a su bella sonrisa.
La princesa le extendio un paquete, mientras el principe miraba su sonrisa sin mover un musculo, en el paquete habia un dibujo era el con una sonrisa.
"ves, dijo la princesa, te ves mejor con una sonrisa"
El principe no pudo contenerse y empezo a reirse a cargajadas, ahora el era un principe feliz y ella una princesa honrada...
Colorin colorado, este cuento se acaba, jamas hay que ser un principe infeliz una sonrisa no cuesta nada.
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